
Es una novedad de principios de este año que llegó a mis manos un poco de casualidad. No la he visto en tiendas ni en la red he podido encontrar reseñas sobre la misma así que no creo que sea una novela ni un autor de éxito en nuestro país. Pero venderse, se vende…
Para no variar, pertenece a una serie de novelas protagonizadas por el mismo investigador: el comisario Marco Bordelli. Ésta es la cuarta entrega.
Marco Bordelli
Nació en Florencia en 1957. Es autor de relatos, obras de teatro y novelas, entre las que destaca, precisamente, la serie policíaca protagonizada por el comisario Bordelli.
En España se han publicado cuatro novelas de la serie:
.- “El comisario Bordelli”
.- “Un asunto sucio”
.- “El recién llegado”
.- “Muerte en Florencia”
Las tres primeras fueron editadas por editorial Tropismos, la cuarta, por Duomo Ediciones
Os dejo su página web (está en italiano): http://www.marcovichi.it/
Datos técnicos
Editado por Duomo Ediciones en enero de 2011-04-28
ISBN: 9788492723812
Edición de gran tamaño con tapa blanda con solapas.
Tiene 384 páginas.
Cuesta 19 euros
Argumento
Estamos en el año 1966. Giacomo Pellissari, un niño de 13 años, ha desaparecido sin dejar rastro. A su madre se le estropeó el coche poco antes de salir de casa para ir a buscarle al colegio; su padre estuvo paralizado en un atasco durante horas y el niño, al ver que nadie iba a buscarle, decidió volver a casa. Pero nunca volvió.
El comisario Franco Bordelli va a ser el encargado de dirigir la investigación. Investigación que no sabe por dónde agarrar pues no hay ni una sola pista; nadie ha visto al niño, nadie llama reinvindicando un secuestro… Las esperanzas de encontrar a Giacomo con vida se diluyen hasta que, efectivamente, poco tiempo después es encontrado muerto en un monte cercano a la ciudad. Ha pasado el tiempo y del cuerpo de Giacomo no se puede extraer ninguna pista salvo una sola conclusión: fue violado por al menos tres hombres y luego estrangulado.
Mientras, Bordelli, eterno enamorado del amor, a sus casi sesenta años aún no ha renunciado a encontrar el gran amor. Cuando conoce a una guapísima y jovencísima dependiente de una tienda de ropa llamada Eleanora cree, por fin, haber hallado a la mujer de su vida. Ahora sólo queda conquistarla.
Mientras Bordelli investiga y se enamora, el Arno, el río que cruza Florencia, se inunda llenado de agua y barro toda la ciudad.
Impresiones
La novela me ha gustado peeeero… no me ha apasionado. Me esperaba otra cosa, una novela negra, al estilo de las nórdicas que suelo leer y que tanto me gustan, pero me he encontrado una novela policíaca, pausada, lenta. Buena, eso sí, que se lee a gusto, eso también, bien escrita, pero yo prefiero otro tipo de novelas, más rápidas, más entretenidas, más page-turner. No obstante, este tipo de novelas tiene su público (quizás hasta un público mucho más purista de lo que yo soy); por eso pienso que es una novela y un escritor totalmente recomendable para quienes les gusten las novelas del estilo que voy a comentar.
A Marco Vicci se le ha comparado con autores como Petros Márkaris y Manuel Vázquez Montalbán y al comisario Bordelli se le considera heredero de personajes literarios como Marlowe, Carvalho y Montalbano. Lamentablemente, yo sólo he leído una novela de Carvalho, no he leído nada de los otros así que no puedo decir si tiene o no similitudes. Pero, vaya, que si os gusta ese tipo de novelas y ese tipo de autores, no dejéis de darle una oportunidad a Marco Vichi.
La novela está situada en Florencia en el año 1966. Todas las novelas de la serie están situadas en esos años. El escritor vivió esos años como niño y, por lo que parece, se inspira para recrear la época y la sociedad de aquel entonces, además de en sus recuerdos, en la persona de su padre, quien, como Bordelli, combatió contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial (hay que recordar que la Italia de Mussolini era pro – alemana) y formó parte del Batallón San Marcos, que se dedicaba a buscar nazis huidos una vez terminada la guerra. Me ha resultado muy interesante ver la forma en la que se vivía en Italia en aquella época: las secuelas de la guerra aún persisten, todavía hay mucha gente que añora al viejo “cabezón”, Mussolini, mientras que otra mucha se avergüenza del pasado. Italia todavía está en proceso de recuperación económica y la sociedad se está modernizando, con unas costumbres cada día más abiertas.
Bordelli es un policía (comisario pero no con el significado que aquí tiene esa palabra, sino que vendría a ser una especie de inspector) muy concienzudo en su trabajo. Serio, persistente, con un alto sentido de la justicia , pero que tampoco duda en hacer cosas que se pueden salir un poco de la ley (como pedir ayuda a un ex – preso para abrir una casa a la que quiere entrar, o amenazar e incluso soltar una bofetada a un detenido para sacarle una confesión…), fumador empedernido, enamorado del amor… Un tipo solitario y enamorado de las mujeres, si son jóvenes mejor, que sueña con retirarse e irse a vivir al campo. Sus amistades se encuentran entre las ex – prostitutas y los ex –presos.
En medio de la novela podemos asistir en vivo y en directo a la inundación que sufrió Florencia y alrededores el 4 de noviembre de 1966. Era un otoño muy lluvioso, llevaba días sin parar de llover y el Arno cada vez corría más caudaloso. La noche de aquel día, finalmente no aguantó más y se desbordó. Arreó con todo lo que encontró a su paso: coches, árboles, personas. El agua alcanzó los 5 metros de altura en algunos lugares, muchos de los cuales se vieron seriamente dañados: la Biblioteca Nacional, el Ponte Veccio o la Piazza de la Santa Croce. Hubo muchísimos damnificados, por supuesto, además de gente que perdió la vida, gente que perdió sus casas, sus negocios, todo! Durante varios días, no hubo electricidad ni agua potable y las calles estuvieron llenas de lodo.
Una anécdota muy interesante pero que, en mi opinión, debería haberse quedado en eso, en anécdota. No obstante, el autor le dedica más de 60 páginas. Va narrando todo, como llueve, como se desborda el río, cómo el lodo va llegando a una calle, y luego a otra, y a otra… Una narración muy bonita, sin duda, con todo lujo de detalles pero, en mi opinión, excesiva para este tipo de novela. Se lee a gusto, eso sí, porque como digo, el escritor escribe francamente bien y nos hace sentir como si realmente lo estuviéramos viendo y viviendo pero me parece demasiado. Paraliza totalmente la acción (que no era tampoco demasiada hasta el momento) y no tiene demasiado que ver con la historia. No era necesaria y, al ocupar tantas páginas, por mucho que me haya gustado enterarme de este hecho que desconocía y que haya disfrutado con la buenísima pluma de Marco Vicci, para una novela policíaca resulta excesivo.
Aunque, en realidad, así es el estilo del autor: muy muy descriptivo. Se pasa páginas enteras narrando aspectos que en otros escritores no ocuparían más que una frase. Por ejemplo, si el comisario Bordelli se dirige a tal sitio, como si de un GPS se tratara, nos va contando pormenorizadamente las calles por las que va pasando, los giros que hace, dónde aparca, todo! Si no fuese porque escribe muy bien, resultaría aburrido.
Destaca la novela por la autocrítica que hace. El autor se avergüenza profundamente del pasado fascista de su país y no duda en criticarlo a la mínima ocasión. Pero tampoco la Italia de los años 60 le gustaba mucho; un ejemplo para que veáis: “Los italianos tenían el sentido de Estado de una pulga, quizás ni siquiera eso. Se habían contagiado del gusto por el privilegio, por la recomendación, fascinados por los ricos y los poderosos, devotos del nepotismo y de la relajación de costumbres”. En este aspecto de crítica social, se acerca bastante a las novelas nórdicas a través de las cuales hemos podido comprobar de primera mano que la sociedad del Ikea no es tan aséptica y tan perfecta como desde aquí nos lo parece. Es el único aspecto porque, por lo demás, no tiene nada que ver.
El personaje principal, Bordelli, está muy bien desarrollado. Conocemos muy bien, no sólo su vida sino, sobre todo, sus sentimientos. Un hombre sereno, amante de la comida y de las mujeres, un poco harto de su profesión, que sueña con encontrar un lugar en el campo en el que establecerse con la mujer de su vida, a la que sigue buscando desesperadamente. Aunque una mujer ya hay, una ex – prostituta con derecho a roce que viene a desempeñar el papel de amiga, amante y madre. También aparece otra mujer en la novela, una preciosa morena, jovencita, a la que conoce de casualidad y no puede quitarse de la cabeza.
Hay una serie de personajes secundarios bastante interesantes: la amiga ex prostituta, la mujer italiana joven y moderna que no sigue el tradicional papel asignado a la mujer, el amigo exconvicto…. A todos ellos también vamos a conocerlos bastante bien
Conclusión final
Se trata de una buena novela, qué duda cabe. Muy bien narrada, muy bien construida, con unos personajes carismáticos y bien desarrollados, que nos traslada perfectamente a unos años en los que una Italia anteriormente fascista intenta decir adiós a su pasado y hola al futuro. No obstante, no la considero adecuada para todo el mundo. No para quienes buscan una lectura absorbente, que mantiene en vilo y que hace pasar las páginas sin respiro, porque no lo es. Es, al contrario, una novela adecuada para quienes gusten de historias pausadas y de una buena prosa.
A mí me ha gustado pero, la verdad, en estos momentos, prefiero lecturas más rápidas y entretenidas. No me sobra el tiempo, al contrario, y normalmente leo mientras doy el pecho a mi bebé por lo que estoy eligiendo lecturas fáciles y absorbentes. Esta novela no tiene ninguna dificultad de lectura, al contrario, pero sí requiere tiempo para saborearla como merece.
Si tuviera sólo en cuenta la calidad literaria, le daría un sobresaliente, pero como al valorar una novela lo que intento transmitir es lo que a mí me ha gustado, le voy a dar un 6,5/10
Sí la recomiendo, sin duda, sobre todo para lectores a los que les guste la buena prosa sin importarles unas cuantas páginas de más.
Saludos.